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Donde la locura alcanza su sentido

Europa huele a césped

Europa huele a césped

Una gran parada de Van der Saar a un perfecto disparo de falta de Pirlo en la incertidumbre del segundo tiempo, cambió la imagen de un encuentro que hasta minutos antes los holandeses habían dominado en todas sus vertientes. Ahí podría haber vuelto el alfa y omega transalpino. Ese que siempre le ha servido de salvación en las rectas finales de los encuentros. La épica remontada que siempre ha escondido las penurias de un sistema que se adapta a la soledad del disfraz italiano. Ayer no fue posible. Por esa parada, y porque Holanda conjugó el buen fútbol que siempre ha mostrado con unas dosis de mimetismo muy vistas en el Calcio. Las dos mejores ocasiones italianas tuvieron como respuesta dos contragolpes perfectos en los que el gol se erigió como la mejor coartada para poner de manifiesto que Italia huele a decepción.

Con una predisposición táctica perfecta, los oranges demostraron que la anarquía reinante hasta no hace mucho tiempo ha dejado de conjugarse con un fino estilo de juego y una gran pegada. Ahora el manido fútbol total holandés alcanza cuotas de candidatura a campeón. La mejoría defensiva, la irrupción de un centro del campo sólido y coordenado por un sensacional Sneijder, la pegada de Van Nistelrroy y la volatilidad de Van der Vaart, Van Persie o Kuyt; son los signos inequívocos de que ahora Van Basten ahoga sobre el banquillo las múltiples enseñanzas como entrenador, de quien fue un mejor futbolista.

Quizás porque Italia no está acostumbrada a que le desafíen a la cara desde el principio, el gol de Van Nistelrooy destapó las carencias de quien ha llegado a Suiza con el mismo esquema de juego gracias al cual fue Campeón del Mundo hace dos años. En ese momento, eran los propios italianos los que no daban crédito a tanto premio para tan poco fútbol. Hoy ya son sabedores de que sin Totti en el campo, la soledad de Pirlo en la construcción deja sin recursos a la escasa imaginación azurri. Depresión asegurada en la que la tristeza futbolística de Gattuso y Ambrosini sigue presente. Una lástima.

Con todo ello, Holanda aprovechó mejor los recursos que Italia se dejó por el camino. Es cierto que parecen escasos, pero las numerosas opciones que el fútbol transalpino arroja en las grandes competiciones hacen de su juego un arma arrojadiza para el rival. A saber: hasta la ocasión errada por Luca Toni en un mano a mano con Van der Saar, los italianos parecían mostrar que el baño que Holanda le estaba dando no iba con ellos. La desidia colectiva auguraba un cambio de sistema ante el fracaso catenaccista. Entonces la entrada de Del Piero y de Cassano provocó la conexión que Pirlo necesitaba. El Plan B italiano entró en juego. Hasta tres ocasiones claras de gol tuvieron los de Donadoni antes de que Van de Saar despejara la falta de Pirlo que se auguraba como la antesala del mismo cuento repetido de siempre. Entonces, Heitinga recogió el rechace, cambió hacia Van Brockhorst, Kuyt falló y el ex barcelonista aprovechó de cabeza un posterior centro del rubio del Liverpool. La perfección conjugada en tan sólo cinco toques. Los mismos que Pirlo no encontró en todo el encuentro para darle aire a una Italia que silbaba alegremente por el campo mientras su rival desnudaba poco a poco un esquema, que hasta ayer, parecía válido.

Junto a las muchas pinceladas que Holanda dejó ayer, hasta el momento parece que tan sólo Portugal y Alemania se han situado en esa cabeza de aspirantes serios a ganar la Eurocopa. Los primeros, porque el culto como futbolista a Cristiano Ronaldo no esconde la importancia de contar con jugadores sublimes en la articulación como Deco, Moutinho o Petit, la velocidad quebrante de Simao o Quaresma, o la armonía defensiva de Pepe y Carvalho. Si esta gran generación no se consagra en Suiza y Austria será por una penosa carencia de gol (hasta cuatro postes tuvieron los portugueses) como único mal endémico del equipo. Por su parte, los alemanes siguen sin demostrar nada en su juego pero mucho en sus cotas. Con un fútbol metalúrgico que no esconden, la gran pegada de Klose y Podolski puede ser suficiente para devolver a los alemanes a una grandeza en su forma y en su fondo. Con poco más de lo que hicieron ante Polonia, su llegada hasta semifinales se antoja fácil. Portugal forja personalidad. Alemania prestancia colectiva. De Francia ni hablamos. Afortunadamenta, la Eurocopa tan solo acaba de empezar.

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