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Donde la locura alcanza su sentido

Bailando junto a la tristeza

Bailando junto a la tristeza

La tristeza es como ese balón medicinal que se posa sobre tus espaldas. Aunque quieras pensar que su peso no subyuga tus cervicales, sabes que esa incomodidad te acompañará durante el trayecto. Cuando duermes, la tristeza se transforma en un calor sofocante que te abofetea antes de poder conciliar el sueño. La tristeza se anuda sobre los cordones de tus zapatillas y te hace arrastrarte hasta tu próximo destino. Aquel al que acudes como la obligación que marca tu devenir. La tristeza te quita las ganas de saborear la comida. Engulles por mera necesidad fisiológica y vital, pero sin la más mínima necesidad de aportar un gramo vitamínico.La tristeza es saber que estás triste pero sin saber porqué.

Estar triste te cabrea: contigo, con los demás, con nada en particular. La tristeza se apodera de tu sonrisa. Pero también de tus ganas de disfrutar, de tu necesidad de comunicar, de aportar, de hacer gozar. La tristeza marca una X en todos los días de aquel calendario que tenía forma de estampita. La tristeza es desear que sí, pero saber que no. Es saber que quieres pero no puedes (o era al revés). De vez en cuando, la tristeza se disfraza de falsa esperanza. El resto de las veces, te dice a la cara que puedes empezar a desesperarte. La tristeza es darte cuenta que tus dos últimos artículos están publicados a la misma hora. Una exactitud que te hace desconfiar de la esencia laboral nocturna.

Cuando estás triste no quieres cerrar los bares. Entonces, los bares se convierten en cuevas donde los 40 ladrones plantan cara a un díscolo líder llamado Alí-Baba. La tristeza es mirarte en el espejo y no reconocerte. Es no querer ser tú, pero sin embargo, no conformarte con lo que eres. Es arrepentirte. La tristeza es la personificación ecléptica de las drogas. La tristeza hace que la búsqueda de la felicidad sea un pretexto para ser infeliz .

La tristeza es el mejor compañero de borracheras de la melancolía. La tristeza es echarte de menos. La tristeza son las letras varadas de Cormac McCarthy, las pinceladas del Goya ciclotímico o la voz desgarrada de Aretha Franklin. La tristeza es el alter ego de algo incotrolable. La tristeza se sienta sobre tu hombro, se acomoda y te saluda. A tí, ya sólo te queda ser su amigo. ¿Bailas?

2 comentarios

Alonzo -

Es tan sencillo de explicar pero tan difícil de controlar y aún de superar. A veces suelo pensar que la tristeza es un mal necesario que nos hace reflexionar para poder seguir avanzando.

Pero de verdad ahorita en este momento que ando un poco afligido (problemas familiares) me hizo reflexionar y me puso a pensar. Aunque aún no tenga la solución....

Gracias...

pati -

mamma mía, qué texto más alegre para un viernes... aunque no se puede negar que es bonito.